La belleza de la localidad malagueña de Ronda ha sido cantada durante la historia por poetas escritores, desde Rilke y Hemingaway a Alberti y García Lorca. Todos ellos, al igual que cualquiera de nosotros cuando se acerca a la cuidad, se quedaron cautivados por su estampa, clavada en la roca de la Sierra como si formara parte de la misma montaña, asomada al abismo de manera vertiginosa, como se aprecia en estas imágenes.
Porque en Ronda una garganta de 100 metros de profundidad llamada El Tajo separa la ciudad nueva de la vieja. Las viviendas que quedan justo a cada uno de los lados parecen mirar de reojo al vacío, procurando mantener el equilibrio y evitar precipitarse en él. Una visión que sobrecoge a todos cuando visitan esta hermosa joya andaluza.
Fuente: canalviajes
